Colocar el arroz en un cuenco, rellenarlo de agua fría, limpiarlo bien y retirar el agua con ayuda de un colador. Esta operación debe repetirse siete veces. La primera vez el agua saldrá muy turbia y la última casi transparente. Tras esta operación, debemos dejar reposar el arroz durante quince minutos.
Tapar y subir el fuego al máximo. En cuanto el agua empiece a hervir, bajar el fuego al mínimo y cocinar durante 20 minutos, sin quitar en ningún momento la tapa.
Pasar a un baño de hielos para cortar cocción y servirlos en frío.